Andy Schleck ha vuelto a ser protagonista en la decimonovena etapa del Tour de Francia. El luxemburgués ha respondido al ataque de Contador en el Télégraphe y ha trabajado en cabeza de carrera para aumentar su ventaja sobre Cadel Evans. No obstante, el australiano se repuso y fue capaz de neutralizarle y juntos ascendieron el final en Alpe d’Huez dejando todo por decidir para la contrarreloj de mañana en Grenoble.

“En el último puerto le pregunté a Cadel por qué no me ayudaba, el me ha dicho un poco enfadado que la pelea de delante no tenía nada que ver con él ya que Contador no llegaba a ser una amenaza en la general”. Andy Schleck, apoyado por su hermano Frank, ha llevado la responsabilidad en el grupo de los favoritos mientras Cadel Evans, tras trabajar en el Galibier y el posterior descenso, aguardaba. “Cuando me dijo eso supe que me iba a atacar, lo hizo pero he podido aguantar”.

Preguntado por la contrarreloj decisiva de mañana, Andy Schleck se mostraba confiado en sus posibilidades. “Nunca he estado tan cerca de ganar el Tour y ahora sólo queda darlo todo, cada segundo cuenta y creo que mi ventaja puede ser suficiente. Hasta ahora me he mostrado en un gran estado de forma y mañana no va a cambiar nada. Además, se suele decir que el maillot amarillo da alas, ojala sea así mañana”.

Por último, Schleck hizo balance de lo sucedido hasta ahora: “El Tour ha ido según lo previsto, me he vestido de amarillo en los Alpes y ahora todo queda abierto, con mucho suspense, nadie lo podía haber previsto más emocionante. Podríamos decir: ‘Es solo un minuto’ o ‘¡Es un minuto!’. En la crono individual dependo de mí mismo. Haré una buena carrera”.

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