Perfil de Carlos Sastre

Abandona el ciclismo a los 35 años tras 14 años como profesional
Piensa que ha llegado el momento de decir adiós tras ayudar a Juanjo Cobo a ganar la Vuelta

Se acabó. Carlos Sastre (Leganés. 1975) ha decidido colgar la bicileta. Lo ha hecho este jueves en una discreta rueda de prensa en la que comunicó a los periodistas y asistentes su decisión. Una conclusión que había meditado durante todos estos meses. Sastre, que esta temporada resultó clave para la victoria de Juanjo Cobo en la Vuelta a España, abandona el ciclismo a los 35 años con la consecución del Tour del 2008 como máxima gesta.

El abulense llegó al profesionalismo en el 98, cuando el 'caso Festina' rodeaba el ciclismo. Desde un principio destacó en las labores de gregario en la potente ONCE de Manolo Saiz. Allí compitió desde 1997 hasta 2001. Después pasó al Team CSC donde consiguió el mayor hito de su carrera: llevarse la 'Grande Boucle'. En un equipo rodeado de estrellas, donde los hermanos Schleck imponían su liderazgo, el de Ávila sorprendió al mundo del pedal con su ataque en las faldas del Alpe D´Huez. Nadie lo pudo parar. Ni siquiera Evans en la contrarreloj.

Resistió el abulense adoptivo. Como lo lleva haciendo durante toda su carrera. Un ciclista al que no le gustan los focos, ni hablar en público. Nunca quería ser protagonista. Aunque bajo esa mirada antigua se esconde un hombre sensato, que siempre exponía su opinión sincera aunque no gustase de cara a la galería. Su carrera estuvo marcada por el devenir de su cuñado, el 'Chava Jiménez'. Era como su hermano mayor. Compartió todos sus momentos con él hasta su muerte. El de El Barraco a punto estuvo de anticipar su retirada tras la desaparición de su familiar. Pero se levantó.

Con dedicatoria al cielo
Los dos aprendieron a pedalear en la escuela ciclista de su padre: Víctor Sastre. Cuna de grandes ciclistas como Paco Mancebo o Pablo Lastras. El mayor anhelo deportivo de Sastre, su máxima ilusión, era llevar a meta de la mano con el 'Chava'. Nunca lo consiguió, aunque estuvo cerca en la Vuelta a España de 2001, pero su director le mandó parar. Se resarció con el Tour de Francia y otros puestos de categoría. Todos iban dedicados hacia el cielo. Esta temporada, el abulense se había propuesto su último gran reto: volver a brillar con el Geox. Y lo consiguió tras una Vuelta espléndida en la recordó sus tiempos de gregario. Se va Sastre, el ciclista con cara de antiguo. El gregario inagotable que honró a su cuñado en el Tour del 2008.

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