Alejandro Valverde se llevó la medalla de bronce en el Mundial de Limburgo, en medio de una polémica con Óscar Freire, que acabó décimo en su despedida del ciclismo. La victoria fue para el belga Philippe Gilbert, que sentenció en el Cauberg. El noruego Boasson Hagen, plata.

Gran carrera de España, medalla de bronce para Valverde y, pese de todo, sabor amargo por la polémica entre Freire y el murciano. José Luis de Santos, seleccionador, decidió al fi nal que el equipo se la iba a jugar en el sprint final con Freire y que Valverde le ayudaría a subir por última vez el Cauberg. Pero arrancó Gilbert, Valverde aguantó con Freire, pero al final, viendo que el belga se iba y otros tras él, decidió salir en su busca y dejar a Óscar. Al final, ninguno quedó contento. "Podía haber ganado", exclamó Valverde al llegar a meta. "Alejandro tenía que haberme esperado", dijo Freire. Un error de cálculo en cierto modo entendible.

Todo parecía indicar que la carrera iba a terminar en un sprint. Y en esta hipótesis era una buena ocasión para que Freire culminara su gran carrera con un cuarto oro en el Mundial, gesta que nadie ha conseguido.

Pero no contaron con la potencia de Gilbert, que salió como una moto en las rampas del Cauberg, coronó en solitario y, ayudado por el viento a favor (un factor que cambió con respecto a las demás carreras de este Mundial) pudo llegar con tiempo para festejar la victoria. Tras él coronaron Valverde, el noruego Boasson Hagen y el ruso Kolobnev, que se miraron entre ellos sin atreverse a gastar fuerzas en perseguir al belga. Finalmente arrancó Boasson Hagen, que entró a cuatro segundos y Valverde a cinco, con el pelotón ya pegado a su rueda.

El fallo fue quizás no destinar a Valverde a marcar a Gilbert y dedicar a Purito, Contador u otro a ayudar a Freire. Por lo demás, la Selección estuvo espléndida. Lastras entró en un corte en el km 51 con otros diez corredores. Flecha provocó otro en el 131 y se le unieron ocho. Contador atacó dos veces en el Cauberg y en la segunda se llevó a otros ocho corredores. Los tres grupos se unieron (29 ciclistas en total) a falta de cinco vueltas y, empujados por Lastras y Flecha, aguantaron otras tres en cabeza.

En las dos últimos giros todavía Samuel, Alberto Contador y Dani Moreno hicieron intentos, pero al llegar a la última ascensión al Cauberg eran los belgas los mejor colocados, lanzaron a Gilbert y ya nadie pudo atraparle.

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