El checo del Netapp gana en una subida inédita en la Vuelta a España por delante de Dani Moreno, que atacó en los últimos metros, pero ya tarde. El irlandés del Saxo es el nuevo líder.

Un líder guapo (dicen), un agitador cuarentón y un prometedor vencedor de etapa, otro chico checo. Añadan españoles con el ceño fruncido y dos italianos en pie de guerra. Incluyan también a Pinot, ese diamante francés que un mal día cogió pánico a las bajadas; tiene suerte, aquí encontrará más subidas que descensos. Aproximadamente así se encuentra la Vuelta después de escalar Peñas Blancas, primer capítulo del tríptico montañoso que se vivirá hasta mañana en Andalucía, 30º a la sombra.

Empezaremos por Leopold Konig, vencedor inesperado con un maillot sorprendente, el del NetApp-Endura (aplicaciones informáticas con sede en California y ropa de ciclismo producida en Escocia). Si el equipo se está ganando a pulso su inclusión en el World­Tour (es uno de los invitados a la Vuelta, junto a Cofidis y Caja Rural), el joven Konig (25) marcó ayer un hito en su carrera como ciclista. Después de ser cuarto en el Monte da Groba, en Peñas Blancas ajustó el punto de mira para desgracia de Igor Antón, que cayó fulminado a 500 metros de meta.

Advertido el talento del niño Leopold, su recorrido en la presente Vuelta resulta imprevisible (tampoco es cojo contra el reloj). De momento marcha quinto en la general a 29 segundos de Nicolas Roche, nuevo líder de la carrera. El franco-irlandés (nació en Francia y debió elegir nacionalidad) es desde ayer la opción más firme del Saxo; Kreuziger se dejó 5:27 en la cima.
La jornada, como pueden observar, estuvo repleta de sucesos y se nos agolpan en la crónica.

Al margen de quienes visitaron el podio, hay que resaltar el trabajo de Radio­Shack para Horner, ese muchacho de 41 años. El americano no sólo sube fácil, sino que además acompaña el esfuerzo con una mueca que en su caso se confunde con una sonrisa. Tan seguro se siente que se comporta como un aspirante. A todo.

El estupendo rendimiento de Basso fue otra de las buenas noticias de la subida. El líder del Cannondale, ganador del Giro en 2006 y 2010 (antes y después de ser sancionado por la Operación Puerto), rompió el grupo de favoritos y dejó atrás a Nibali, lo que anuncia una interesante pelea entre italianos.

Valverde y Purito cedieron 14 segundos con Basso y aventajaron en ocho a Nibali. Continúan tapados, pero su prudencia no debe sorprendernos. Purito no asomó en el Tour hasta la última semana y fue para hacer podio.

El último apunte debe corresponder a Dani Moreno, segundo en la etapa. El compañero de Purito empezó la Vuelta como lugarteniente y ya le vale el uniforme de coronel. Es tercero en la general, a 17 segundos, y hoy puede tropezarse con su jefe en una subida que favorece a ambos.

Todavía no sabemos nada, pero ya somos un poco menos ignorantes. Mollema tampoco cuenta (perdió 2:33) y entre el ramillete de favoritos (diez en un minuto) habrá alguno que se nos caiga entre hoy y mañana. Esto es la Vuelta. Y arde.

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