Vincenzo Nibali ha sufrido en la parte más dura de Formigal y no ha podido seguir a los favoritos. Joaquim Rodríguez, Valverde y Horner le han dejado atrás, aunque por supuesto no se ha entregado y salva el maillot rojo con 28” sobre el veterano americano.

El corredor del Astana reconocía su mal momento: “La subida era muy difícil, con tanto viento y no se adaptaba a mis características. La verdad es que esperaba estar mejor y he sufrido los dos últimos kilómetros. Este maglia empieza a pesar. Todos los días estás el podio, las entrevistas… Se pierde mucho tiempo, los días se hacen muy largos y luego están los traslados también”.

“Los últimos tres días han sido muy duros. El equipo siempre ha estado controlando, hemos gastado energía, y no hemos tenido un día de respiro. El trabajo de los compañeros ha sido muy bueno”, apostilló.

El día de descanso será agradecido y después solo le faltarán seis etapas aunque con los finales consecutivos en Peña Cabarga, Naranco y Angliru, el jueves, el viernes y el sábado, respectivamente. “Hay que seguir luchando. Queda una semana muy dura y pienso que esas pendientes más duras se me adaptan mejor”, afirmó.

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