El ciclista vasco del Astana logra su primer en una gran vuelta
Él y Contador mantuvieron un bonito baile de ataques con Aru sufriendo
El pinteño bonificó y ahora es más líder de la general

Mikel Landa conquistó la decimoquinta etapa del Giro de Italia que este domingo terminaba en el duro puerto de Madonna di Campiglio. El ciclista vasco atacó en los metros finales para lograr su primer triunfo en una gran vuelta. Alberto Contador entró a unos segundos y logró ampliar su liderato con respecto a Fabio Aru gracias a las bonificaciones.

Tiene apenas 25 años pero todo un nombre ya dentro del pelotón. Un gregario de lujo con el que pocos líderes pueden contar y al que muchos directores de equipos le sitúan como jefe de filas de un equipo en un futuro más cercano que lejano. Mikel Landa, que no arrancó este año de la mejor forma tras sufrir un virus que le impidió hacer una pretemporada normal, ha ido poco a poco cogiendo la forma hasta terminar de explotar en este Giro.

El de Murgia (Álava) dio un recital este domingo. Por momentos recordó a aquel Tour en el que siendo gregario Froome puso en aprietos a Wiggins. En Madonna di Campiglio, puerto mítico del ciclismo italiano y que será por ser el lugar de la última gran exhibición de Marco Pantani antes de ser descalificado en el Giro de 1999, logró su mayor éxito hasta la fecha. Pero aún faltan mucho más por llegar.

Su tira y afloja con Contador fue para el recuerdo. Su hermoso baile sobre ruedas comenzó a 3 para meta. El vasco quiso probar al madrileño, que respondió a la perfección. No así Aru, que se vio a remolque el resto del puerto. Visto esto, Contador no dudó en dar un arreón, pero siempre con Landa pegado. El del Astana miraba para atrás para ver si conectaba su líder, que lo hacía como buenamente podía. Y entonces arrancaba otra vez Landa. Más que desgastar a Contador, lo que estaba haciendo era desgastar a Aru. Quería su triunfo de etapa, pero el del Tinkoff no le daba ni medio metro.

Y así, en mitad de esta curiosa danza, apareció un 'espontáneo', Trofimov. El ruso del Katusha, sin nada que perder y mucho que ganar, salió como un rayo desde atrás para pelear por el triunfo de etapa. Parecía ir ahogado durante la mitad del puerto, pero quedó claro que sus caras eran más 'postureo' que otra cosa. Landa no se lo consintió y se fue a por él en los metros finales. El vasco le pasó como una potencia bestial para irse en solitario y cantar el triunfo de etapa. Trofimov se contentó con ser segundo y Contador aprovechó para bonificar 4 segundos a Aru (más los 2 que logró a pie de podio) y otro más de distancia ampliando, aunque ligeramente un liderato que, salvo sorpresa mayúscula, retendrá hasta Milán. Este lunes, jornada de merecido descanso.



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