Nairo Quintana ha vivido, como el resto, la etapa más tranquila del Tour de Francia y se mantiene a 1:56 de Chris Froome, a la espera del Muro de Bretaña, el sábado, y de la contrarreloj por equipos, el domingo.

Al término de la jornada, el líder del Movistar Team confirmaba que había sido “una etapa más de peligro, pero hemos salvado bien el día, sin problemas. Se ha sorteado bastante bien”.

Un ventaja en el codo derecho era el recuerdo de su caída el día anterior, una lesión sin importancia, pero una herida que encima de la bici molesta y quizá más el domingo sobre la cabra de contrarreloj. “Al final no me colocaron puntos, pero duele bastante. Irá recuperando día a día, es manejable”, asumía el colombiano del conjunto telefónico.

Quintana afronta un test el sábado en la llegada al Mûr de Bretagne, un repecho final de dos kilómetros al 6,9% del Mûr de Bretagne, mientras que el domingo se deberá defender en la sinuosa contrarreloj de 28 km entre Vannes y Plumelec, con tres campeones naciones a su lado, Castroviejo, Malori y Dowsett.

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