El boyacense Javier Gonzáles (Lotería de Boyacá) se hizo a la camiseta de líder de la Vuelta a Colombia 2009 después de disputada la quinta etapa de la Vuelta a Colombia disputada entre Guacarí y Cartago sobre 146.8 kilómetros. La jornada de aparente transición resultó dramática ante la emboscada de los de Vicente Belda que aprovecharon un pinchazo del campeón mundial, Fabio Duarte (Colombia es Pasión), que se presentó en la meta a más de siete minutos del ganador de la jornada, Arthur García (Lotería del Táchira).


Una etapa que puede resultar definitiva para las aspiraciones del campeón mundial de ruta Sub 23 fue la que tuvo lugar hoy y que ha dividido opiniones en torno a sí ante el desperfecto mecánico de Duarte el Lotería de Boyacá debió o no haber atacado. Esto será seguramente motivo de discusión en lo que resta de la 59ª edición de la Vuelta a Colombia.

La Etapa

Una etapa de transición en los papeles partía de Guacarí en el centro del Valle de Cauca. Las carreteras con sembrados de caña a lado y lado y con una alta temperatura eran el escenario en el que transcurrían los primeros kilómetros de una etapa que puede convertirse en punto de inflexión en esta edición del giro patrio.

Los primeros compases de la etapa mostraban un nuevo duelo entre Juan Pablo Forero (Colombia es Pasión) y Arthur García (Lotería del Táchira) por la camiseta de los velocistas. Forero había ganado el pulso ayer empatando en 17 puntos al venezolano quien en la primera meta volante imponía su gran condición y pasaba al comando de la general de sprinters.

El lote transitaba tranquilo con el lote guardando piernas ante el inminente regreso de la alta montaña y completaba una hora de carrera llevado mansamente por el Colombia es Pasión-Café de Colombia. García volvía a decir presente en la segunda meta intermedia y se ratificaba como dueño absoluto de la camiseta de los embaladores que ya ganó el año pasado.

El paquete compacto empezaba a buscar un corto puerto de cuarta categoría, única ondulación en un trazado completamente llano. El pequeño ascenso traía las primeras emociones a la etapa cuando 25 corredores saltaban del lote. La mayoría eran hombres muy distanciados en la general pero el venezolano Cesar Salazar (Lotería del Táchira, sexto a 3:27 de Duarte, se embarcaba en la fuga lo que generaba la reacción del lote.

La escapada solo alcanzaba a coronar la “tachuela” con Juan Pablo Wilches (Néctar de Cundinamarca) al frente seguido por el español “Paco” Mancebo (Rock Racing) antes de que los rojos les echaran encima el lote antes de pasar por los pueblos vinícolas de Roldanillo y La Unión.

Restaban algo más de 30 kilómetros para la meta y la carrera apuntaba a ser fiel al guión de llegada masiva y definición al sprint pero un pinchazo iba a convulsionar por completo la etapa en particular y la Vuelta en general. El portador de la camiseta roja, Fabio Duarte, sufría la rotura de su tubular trasero cuando el lote transitaba con altísima velocidad.

El auxilio mecánico de los rojos pasaba angustias mientras que el campeón mundial clamaba desesperado por un cambio de bicicleta. Los radios empezaban a dar cuenta del desperfecto del líder y el equipo de la Lotería de Boyacá veía una oportunidad perfecta para recortarle tiempo a Duarte.

Vicente Belda mandaba a su equipo al frente y los de verde y blanco empezaban a halar con furia a un lote que respondía el paso lotero. Los rojos eran presa del desconcierto y el pánico. Oliverio Cárdenas dejaba a la mitad de su equipo en el lote intentando frenarlo y mandaba a la otra mitad a meter a Duarte de nuevo al paquete.

Los loteros no cesaban en su accionar ayudados por el GW-Shimano y empezaban a subir la diferencia de los dos minutos haciéndose a la casaca roja en favor de Javier Gonzáles. Los del corazón rojo eran presa de la desesperación y mandaban al equipo completo en auxilio de Duarte.

No obstante, la diosa de la fortuna le daba por completo la espalda a los de Oliverio Cárdenas y el pinchazo de Luis Felipe Laverde era una nueva zancadilla en el intento por meter a Duarte de nuevo en el grupo. El reloj por su parte era despiadado y marcaba mas de tres minutos de diferencia a falta de 20 kilómetros para la llegada.

Los verdes de Boyacá cumplían su cometido y sabiéndose nuevos dueños del liderato pedaleaban con mas fuerza en un intento de distanciar lo máximo posible al joven corredor que hace solo dos días les había dado cátedra en el mítico Alto de La Línea.

La Lotería de Boyacá movía el lote a más de 50 kilómetros y empezaba a recibir la colaboración de más corredores interesados en la general que pescaban en río revuelto. Duarte recibía como un baldado de agua fría su diferencia de más de cinco minutos con el lote a 10 kilómetros del sitio de meta.

Arthur García se lanzaba por la victoria sin rival para hacerle contrapeso y alzaba los brazos dando inicio a una cuenta regresiva para el ya exlíder Fabio Duarte que se presentaba al borde de las lágrimas en la meta perdiendo la friolera de 7 minutos y ocho segundos.

El arribo de Duarte daba inicio a la polémica de corredores y técnicos. Por un lado corredores de la talla de Víctor Hugo Peña (Rock Racing) atacaban duramente la maniobra de los de Belda acusándolos de “atacar a un líder caído” y estar “retrocediendo el ciclismo colombiano a 50 años atrás”. Por el otro, entrenadores como Jair Bernal defendían la acción calificándola como “aprovechamiento de errores del rival que nada tienen que ver con juego sucio”


El boyacense Javier Gonzáles recibía la camiseta de líder ante los ojos atónitos de Duarte que celebraba quizá el cumpleaños mas agrio de su vida. El campeón del mundo quedó fuera del Top 10 que comandaba cómodamente antes de la agitada etapa. La general se apretó ante las cortas diferencias que se sacaron entre sí los favoritos al título en La Línea. Gonzáles es escoltado por Freddy Montaña (Boyacá es para Vivirla) a 53 segundos y Fernando Camargo (Lotería Boyacá) a 56.

Mañana séptima jornada de una Vuelta a la que no le ha faltado ni la emoción ni el espectáculo. Segundo round para los escaladores que se probaran en el puerto de montaña fuera de categoría en el Alto de Minas. La etapa partirá de Santa Rosa de Cabal para disputar los primeros 115 kilómetros plagados de columpios hasta iniciar el empinado ascenso.

La carrera descenderá del puerto para encaminarse a la población de Sabaneta donde culminará después de 178.8 kilómetros que deberán de dar nuevas luces sobre el próximo rey de la Vuelta a Colombia 2009.

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