Raúl Alarcón (Guerola-Valencia Terra i Mar) ha querido celebrar su triunfo en la Copa de España de ciclismo en ruta, que había logrado virtualmente la semana pasada, de la mejor forma posible, ganando en solitario la décima y última prueba, la XXIX Cursa del Llobregat, disputada esta mañana entre La Pobla de Lillet y Sant Boi, sobre 166 kilómetros.

A 6 segundos llegaba el pelotón, encabezado por Juan José Lobato (Andalucía-CajaSur), mejor sub-23 del día, Ion Pardo (Seguros Bilbao), José Esteban Parra (Super Froiz) y Albert Torres (Sanse Spiuk). Y en décima posición entraba Víctor Cabedo (Seguros Bilbao), que no sólo se confirmaba como se esperaba como vencedor final de la clasificación sub-23 de la Copa de España, sino que se hacía con la segunda plaza en la general final, con 263 puntos, frente a los 412 de Alarcón, siendo tercero José David Martínez (Mutua Levante-Cafemax).

Por si fuera poco, el alicantino se hacía con la clasificación de la montaña y las metas volantes en esta prueba, llevando al triunfo a su conjunto por delante de Proyecto CIDI, mejor equipo de la Copa de España con 180 puntos, frente a los 130 de los valencianos, con el Seguros Bilbao completando el podio.

La fuga del día se gestaba en el kilómetro 50, con siete corredores: aparte de Alarcón, Antonio Cobos (Super Froiz), Eneko Echeverz (Caja Rural), Sergio Godoy (Seguros Bilbao), Francisco. Javier López (Proyecto CiDi) –segundo clasificado de la general en la Copa-, Javier Etxarri (Lizarte) y Darío Hernández (Sanse-Spiuk). El futuro de la fuga no parece fácil ya que se rueda muy rápido, aunque los siete mantienen diferencias en torno a los 40 segundos. Y aunque el grupo se rompe, al pie de Vacarisses, sobre el kilómetro 100, vuelven a contactar seis de los siete integrantes, todos menos Cobos.

En las estribaciones de Ullastrell, la ventaja de la escapada es ya superior al minuto sobre un pelotón muy fraccionado, algo que también sucede en la ascensión entre los de delante para quedar en cabeza solamente, Alarcón, Etxarri y López.

Coronado el puerto, el resto de la prueba es un duelo entre el trío y un grupo perseguidor de una treintena de unidades, aunque posteriormente se unen bastantes corredores más, con diferencias que nunca superan los 50 segundos. A falta de cuatro de meta, se produce el ataque de Alarcón, muy oportuno ya que de no haber sido así, habría sido neutralizado por el pelotón, como sucedió con Etxarri y López. Este incluso no pudo mantenerse en el grupo delantero, perdiendo la opción de sumar algunos puntos que le hubieran permitido ‘salvar’ el podio en la Copa.

www.rfec.com



Misschien ook interessant: