EL ASTURIANO DEL EUSKALTEL-EUSKADI NO SE DA POR SATISFECHO CON EL CUARTO PUESTO DE ESTE AÑO

Sólo a ultimísima hora, en la contrarreloj de Pauillac, Samuel Sánchez se bajó del podio del Tour. El ruso Denis Menchov se quedó en propiedad con el tercer puesto en parte gracias a la caída que el asturiano del Euskatel-Euskadi sufrió en la etapa del Tourmalet. Samu, sin embargo, se ha dado cuenta de que el podio de la ronda gala es un reto al alcance de sus posibilidades.

Aunque oficialmente continúa de vacaciones, Samuel Sánchez ya está preparando la maleta para acudir, a partir del lunes, a la primera concentración del Euskaltel-Euskadi, que se llevará a cabo en Derio (Vizcaya). Entre criteriums y compromisos apenas ha tenido tiempo para el descanso, ya que fue de los que ha apurado la temporada hasta el último instante, hasta el Giro de Lombardía -acabó sexto-, pero su mente ya está pensando en el 2011, una temporada en la que tiene depositadas muchísimas ilusiones.

Camino de los 33 años, que cumplirá en febrero, atrás ha dejado su undécima campaña en el pelotón profesional. "No puedo tener queja", dice a modo de balance. "He ido subiendo peldaños año tras año y, de 2010, lo único que me apena es no haber subido al podio de París", del que le separaron 1:39. "Menchov me sacó del cajón el último día", tras la contrarreloj entre Burdeos y Pauillac. "Llevo muchos años rindiendo al máximo nivel y esto me da confianza para el futuro, porque está claro que no es casualidad".

Samu ha hecho un 2010 muy completo. Empezó con el quinto puesto en la Vuelta al Algarve, continuó con el cuarto en la París-Niza y en el Criterium Internacional, después fue séptimo en la Vuelta al País Vasco y, como queda dicho, cuarto en el Tour de Francia. En agosto ganó la Vuelta a Burgos después de haberse impuesto en dos etapas: en Miranda de Ebro y en las Lagunas de Neila, victorias que se suman a la etapa de Arrate de la ronda vasca y al Gran Premio Primavera de Amorebieta. "No me puedo quejar", sigue explicando, "aunque en el Tour me quedé con la miel en los labios no sólo por el podio, sino por la etapa de Morzine-Avoriaz, que tenía ganada y al final fui segundo".

No es de extrañar, por tanto, que en 2011 el Tour vaya a ser, de nuevo, su gran objetivo. "Si he sido cuarto este año, después de la mala suerte que he tenido -se refiere, entre otras cosas, a la caída que sufrió en la etapa del Tourmalet-, quiero ser optimista y pensar que en 2011 puedo volver a tener la
oportunidad de luchar por el podio. Está claro que no todos los años son iguales y que nadie, en este deporte, te asegura los resultados, pero el año que viene lucharé por subirme al cajón del Tour porque, a mis años, quiero aprovechar las oportunidades al 100%".

Del resto del programa no puede hablar, por cuanto aún no está definido. "El lunes nos concentraremos y lo planificaremos con el equipo. El Tour es seguro, porque es la mejor carrera del mundo y todo lo que se hace allí se multiplica, pero desconozco el camino que seguiré para llegar a julio".

Después, tras la ronda gala, quizá la Vuelta a España, aunque hasta el momento el asturiano siempre ha sido corredor de una grande por año. "No la descarto. La Vuelta es mi carrera, porque me ha dado mucho. Pero si voy será para luchar por lo máximo, porque después de cinco triunfos de etapa, un segundo puesto de la general -en 2009, a sólo 55 segundos de Valverde- y un tercero -en 2007, a 3:46 de Menchov pero a sólo 15 segundos de Sastre-, ya sólo me queda ganar".

Para lograr sus objetivos, Samu va a poner todo de su parte. Por el momento, además, no le pesan los años. "Cada vez los ciclistas son más longevos", dice con optimismo. "Fíjate en Armstrong, que con 37 años ha conseguido subir al podio del Tour. Pero, para eso, hay que sacrificarse mucho". Su mente sigue estando centrada en la competición, pero, incluso cuando 'cuelgue' la bicicleta, intentará " seguir vinculado al ciclismo", porque es su vida y su pasión.

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