EL ASTURIANO LOGRA SU PRIMERA VICTORIA EN UN TOUR

Sensacional primer triunfo del corredor del Euskaltel en un Tour de Francia
Contador, que no atacó a sus rivales, perdió 13 segundos con sus máximos rivales
Culpa de ello la tuvo los constantes ataques de los hermanos Schleck en Luz-Ardiden
Un genial Thomas Voeckler logró conservar el maillot amarillo de la general

Samuel Sánchez se impuso de manera magistral en la duodécima etapa del Tour de Francia en su primera jornada de alta montaña. El asturiano cruzó primero la meta del puerto Luz-Ardiden y presentó candidatura para la general de París. Lo negativo del día estuvo en Alberto Contador, que tuvo que aguantar los ataques de los Schleck y acabó cediendo 13 segundos con los favoritos. Voeckler sigue líder de la carrera.

El primer día que la ronda gala se empezaba a disputar por las alturas no defraudó. Sin embargo, se podría hablar de luces y sombras para el ciclismo español porque el resultado nos dejó un resultado agridulce. Dulce por la importante y merecidísima victoria de Samu en una etapa con la que soñó siempre, y agrio porque no vimos al Contador que estamos acostumbrados a ver.

El asturiano fue el más listo de todos y se colocó en una octava posición de la general que le permite, por qué no, soñar con todo. El madrileño, por su parte, vio ampliada su desventaja con sus principales rivales tras una ascensión que se le hizo más dura de los esperado. Pero sería absurdo y precipitado dar por 'muerto' a un hombre que lo ha ganado todo. Esta carrera es muy larga y el del Saxo Bank para nada ha dicho su última palabra.

Antes de llegar a todo esto, sería injusto no destacar que en la etapa pasaron otras muchas cosas. Como era de esperar, hubo una escapada del día que hoy estuvo compuesta por Rubén Pérez, Iván Gutiérrez, Kadri, Thomas, Roy y Mangel. Todos ellos abrieron una ventaja que llegó a alcanzar los nueve minutos de diferencia con el pelotón. Pero estas referencias de poco o nada servían teniendo en cuenta que el primer tramo era relativamente suave.

Lo duro se empezó a complicar con la subida del primer puerto, el Hourquette d'Ancizan (1ª). Ya en su ascenso empezaron los movimientos en carrera. La escapada perdía efectivos y del pelotón saltaban Kreuziger, Chavanel y Hoogerland. Con esta situación se coronaba este inédito puerto que hizo una pequeña primera selección en el gran grupo.

En el descenso, peligroso como pocos y donde vimos salidas de pista de Thomas y caídas de Kloeden por ejemplo, sirvió para que la escapada volviera a contar con seis corredores justo cuando empezaba a subirse el primer plato fuerte del día, el Tourmalet. La mítica cima dejó tocados a muchos corredores, que no pudieron aguantar el ritmo y cedieron espacio y tiempo, y si no que se lo pregunten a Robert Gesink.

Por delante, Kreuziger conseguía zafarse de Chavanel y se iba directo a por los de la fuga, donde algunos volvían a quedarse, entre otras cosas por el ataque de Geraint Thomas. El corredor del Sky lo intentó en solitario, pero finalmente coronó junto al francés Roy. Por aquel momento, Luis León Sánchez también había cedido y el poco movimiento que había en el gran grupo lo protagonizaba Jesús Hernández, con un tímido ataque que no inquietó a los hombres del Leopard.

Pero, si en la subida apenas pasó nada, la bajada fue otra cosa. El imcombustible Gilbert se lanzó como un tiro en la bajada para abrir hueco y, todo un experto en estas lindes como Samuel Sánchez, hizo lo propio. El asturiano bajó a tumba abierta consciente de que ahí estaba su oportunidad. Y no la desaprovechó.

Ambos corredores, entre otros, lograron conectar con el grupo de Kreuziger a los pies del último puerto de día, el Luz-Ardiden. Y, después de dejarlos atrás, Samu y Vanendert tiraron con tanta fuerza que pasaron a los de delante y formaron la nueva cabeza de carrera. Pero todavía quedaba mucho puerto por delante y no sería fácil.

Atrás, el polaco Szmyd tomaba el rumbo para llevar en volandas a Basso y eso hizo que el grupo quedara reducido a los favoritos de la general. La ventaja de los escapados era cercana al minuto y la situación parecía estable hasta que, a falta de 4 kilómetros para el final, los hermanos Schleck empezaron a agitar el puerto.

A un acelerón de Andy le siguió un ataque de Frank, que fue bien seguido por Contador y el resto de favoritos, entre ellos un gran Evans. Y, casi sin tiempo para recuperar el aliento, el pequeño de los hermanos volvió a intentarlo, pero nuevamente sin éxito. Su intención era sacar de quicio a sus rivales y, finalmente, lo consiguieron. Un último ataque de Frank fue definitivo para que Contador no quisiera entrar más al trapo.

Por delante, Samu y Vanendert seguían a los suyo, pero sin relajarse, porque Frank se acercaba peligrosamente. Y los latigazos a Contador no terminaron ahí porque Evans salió de repente junto a Basso para castigar un poco más al español. Al final, Samu, muy listo en los metros finales, logró imponerse con claridad al del Omega y cantar su primera victoria en un Tour de Francia, (además de maillot de la montaña) sumándose a otros ilustres que vencieron en este puerto como Perico Delgado, Laudelino Cubino, Miguel Indurain y Roberto Laiseka (éste último que ganó hace 10 años la primera victoria para la escuadra vasca).

Pero, para sorpresa de todos, y tras entrar Vanendert y Frank Schleck, todavía quedaba por ver la llegada de los 'gallos'. Ante la incredulidad de casi todos, las imágenes de la televisión nos mostraban a Evans, Basso y Andy llegando a meta, pero ahí no estaba Contador. El de Pinto perdió unos metros que finalmente se convirtieron en 13 segundos con sus máximos rivales. De esta forma se situaba a 1:43 de Andy, su máximo rival para la victoria en París. Y justo por detrás del tricampeón de la ronda gala llegaba Voeckler salvando el liderato defendiendo como un jabato su maillot amarillo, que lucirá también este viernes en una nueva, pero más suave, jornada de montaña con final en Lourdes, tierra de milagros...

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