El colombiano ganó tras un ataque en el primer final en alto del Giro, que vio cómo el líder, Nibali, aumentaba la ventaja respecto a sus rivales por la general.

La primera meta en alto del Giro, Altopiano del Montasio, en los Alpes Julianos (21 km al 6,4% de pendiente media, con porcentajes del 20%), consolidó la maglia rosa de Vincenzo Nibali. El italiano distanció a todos sus rivales en la lucha por la general menos a Rigoberto Urán, ahora tercero con un segundo de ventaja sobre su teórico jefe, Bradley Wiggins. El colombiano se estrenó en una grande con un efectivo ataque lejano, a ocho km.

Intxausti dinamitó la subida en la parte más dura, aunque luego se quedó descolgado junto a Wiggins y Scarponi. Betancur, Santambrogio, Evans, Pozzovivo, Kiserlovski, Majka y Nibali formaron el grupo de favoritos que se lanzó a la caza de Urán. El Tiburón bonificó en el sprint intermedio y como tercero de la etapa, y ahora tiene al segundo clasificado, Evans, a 41 segundos. Betancur, segundo en la llegada, dijo en la RAI que no se marchó antes "por respeto a Urán, porque es compatriota". Y concluyó: "Si Sky hubiera corrido distinto, Rigo vestiría de rosa". Rigoberto corroboró sus palabras entre risas: "Me alegro de que no viniera a por mí, somos amigos".

En Cason di Lanza, el puerto previo a Altopiano, se confirmaron algunas cosas: el Sky deseaba bloquear la carrera para intentar acabar con los rivales de Wiggins por aplastamiento y aburrimiento, un ritmo con el que Nibali se siente cómodo, así que debería replantear su táctica tras la irrupción de Urán; Hesjedal, que ya cedió 1:06 camino de Florencia, va muy mal y se descolgó en las rampas iniciales (después entró a más de 20 minutos); y Samuel, que lo hizo en el último tercio de la ascensión, también anda tieso, se dejó al final 4:22 y perdió todas sus opciones de podio.

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