El español Mikel Landa (Astana) ha ganado en solitario la etapa reina de la Vuelta con seis puertos de alta montaña en Andorra, mientras que el líder de su equipo, Fabio Aru, segundo del día, ha conquistado el liderato. Hundimiento de Chris Froome (Sky), que llegó a 8:40 minutos del corredor vasco con una herida en la rodilla, producto de una caída en el tercer kilómetro de los 138 del programa.

Nairo Quintana, que había pasado la víspera con fiebre, se descolgó en el último puerto, Cortals d'Encamps, y llegó con 4:19 minutos de retraso sobre el ganador. Su compañero Alejandro Valverde perdió 3:04 con Landa y 1:26 con Aru.

El anterior líder, Tom Dumoulin, resistió el terrible recorrido y pese a quedarse distanciado en el descenso del Collado de la Gallina, el único puerto de categoría especial del día, recuperó terreno y en la última ascensión se defendió con gallardía y perdió 2:59 con el vencedor de la etapa andorrana.

La general queda con Aru en cabeza, seguido de Purito Rodríguez, quinto de la etapa, a 27 segundos, y de Dumoulin, a medio minuto justo. Rafal Majka y Johan Esteban Chaves están a 1:28 y 1:29 del liderato, mientras Valverde, retrocede al sexto lugar y está a 1:52 del jersey rojo.

Mikel Landa, que había todas las opciones de luchar por la general en la novena etapa (Cumbres del Sol) salió a por todas en la etapa más temida. Se metió en la escapada, tomó la cabeza de carrera varias veces, delante de otros 18 fugados, y decidió dejar a los más resistentes en las primeras rampas del último puerto. Los favoritos eran incapaces de recortarle tiempo. Sólo Aru logró zamparle medio minuto en los últimos 7 kilómetros.

El corredor de Murgia demostró un estado de forma sorprendente. Al igual que todo su equipo, desdibujado tras las desapariciones de Vincenzo Nibali y Paolo Tiralongo. De repente, en el momento clave, el Astana fue el del último Giro de Italia, con ese Landa alegre y pendenciero que saca a relucir toda su clase, y un Aru que se alza sobre los pedales y revienta a sus perseguidores. Con Cataldo, con Vanotti y con Rosa siempre en los lugares necesarios para la exigencia de la empresa.

El alavés le dijo a TVE -que vive horas difíciles tras el atropello de Sergio Paulinho por una moto- que no le había dado libertad en el equipo. "Me la he tomado yo. Me he cogido el día libre", dijo con una sonrisa que apenas encubría el mensaje reivindicativo.

Para sonrisas estuvieron pocos que no fueran del Astana. La etapa comenzó con otro accidente aún inexplicado de Chris Froome, que se encaró también con una moto televisiva, tiempo después. En el kilómetro tres se fue al suelo solo y aparentemente sin heridas, recogió sus pertenencias (gafas) y volvió a la carretera.

Con ayuda de sus compañeros, Froome superó el primer puerto, Collada de Beixalís, reguló y cazó en el descenso. El Sky parecía fuerte y seguro. había meitod entre los 19 de la fuga a Ian Boswell y colocó al resto del equipo en cabeza del grupo de favoritos en la ascensión a la Rabassa y parte de la de la Gallina. Pero ahí fue donde el Astana descubrió, con el impulso de cataldo, las debilidades del biganador del Tour de Francia. Un pajarón de impresión que superó con coraje cuando muchos pensaban que pondría pie a tierra. Su bravura levantó aplausos en la meta.

El Katusha también tenía marcada la 'etapa Purito', diseñada por su líder residente en el Principado. Trabajó con perfección. Alberto Losada hizo un trabajazo en la escapada y también en el momento decisivo, cuando condujo al jefe y al vicelíder, Dani Moreno, en las rampas de la última muralla. Al final fue el madrileño quien llevó el peso de la caza de Aru, cuando éste dijo adiós. Purito no estaba súper, pero supo sufrir para mantenerse en la segunda plaza de la general con mayor ventaja sobre todos los rivales menos el nuevo líder de la general.

El Movistar planteó la etapa con ortodoxia, pero sus líderes terminaron devorados por la exigencia del trazado. Alejandro Valverde terminó por delante de Quintana exhibiendo un control sobre sus propias fuerzas, regulando y manteniéndose muy cerca del grupo perseguidor de Fabio Aru, con Dumoulin -tremendo el holandés-, Rafal Majka y Esteban Chaves (otro que impresiona). Nairo aguantó mejor que el murciano hasta que el mazo le golpeó fuerte. Le sacaron de punto y perdió al instante decenas de metros, que fueron centenares al final de la etapa.

El Caja Rural sigue gozando con el rendimiento de Omar Fraile, que se ha asegurado al menos una semana más con el jersey de lunares que corresponde al líder de la montaña. Puntuó primero en cuatro de los seis puertos y en otro fue segundo. La capacidad de lucha del vizcaíno es infinita.

Finalmente, la etapa 'comehombres' hizo su trabajo, pero la general no está aún decidida. Dumoulin cuenta con 38 kilómetros a su favor en la contrarreloj de Burgos (a cuatro días del fin de la Vuelta) y el medio minuto que le separa de Aru es perfectamente superable. Deberán atacarle mucho y bien los escaladores para evitar su consagración en Madrid.

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