EL ITALIANO CONFIRMA SU PRESENCIA EN LA RONDA HISPANA

Cuarto clasificado del Giro, Basso es un serio aspirante al podio cuando aún resta por disputarse la etapa del Vesubio, en la que irá al ataque. En su cabeza, sin embargo, también hay un hueco para la Vuelta, en la que espera estar aún mejor.

Pase lo que pase al final en el Giro, consiga o no meterse en el podio, Ivan Basso tiene desde hace tiempo decidido que este año correrá la Vuelta a España, porque el Tour no entra en sus planes. "Sí, después la Vuelta", confirma con rotundidad a través del teléfono. "Me encanta", añade con entusiasmo. Giovanni Lombardi, su mánager, que escucha la conversación, no para de decir: "La ganamos, la ganamos, seguro".

Basso está centrado en el Giro, en la etapa del Vesubio que podría otorgarle un hueco en el cajón de Roma, pero no pierde de vista la Vuelta. "He visto sobre el papel varias veces el recorrido y me parece muy muy bonito. En la presentación del Giro de Italia me llevé una gran alegría cuando los responsables de Unipublic me saludaron muy afectuosamente, diciéndome que estaban muy contentos de que corriera la Vuelta. Y yo también estoy muy contento de poder correrla".

Después de dos años de sanción por su implicación en la Operación Puerto, el italiano esta demostrando un más que aceptable estado de forma. En el Giro va a más y, por lo visto hasta ahora, está acabando con fuerza esta semana de carrera. "Aparte del resultado que consiga, el Giro me va a servir para, después de casi tres años sin correr grandes vueltas por etapas, recuperar la resistencia y la fortaleza de antes, porque eso es imposible conseguirlo sólo a base de entrenamientos. Estoy convencido de que en la Vuelta se verá un Ivan aún más fuerte porque una gran carrera por etapas como el Giro te desgasta mucho y te obliga a hacer un gran esfuerzo, pero también es un entrenamiento para las otras pruebas".

En ausencia de Contador, que en principio no tiene previsto este año disputar la Vuelta, Basso podría ser el gran favorito al triunfo en la ronda hispana. Hoy, sin embargo, sólo pensará en rosa, en el final del Giro en el Vesubio, donde necesita sacar 1:28 a su compañero Pellizotti para meterse en el podio, porque sacar 3:28 a Menchov o 3:02 a Di Luca se antoja imposible. Además, debe tener cuidado porque Sastre le pisa los talones, ya que está a sólo dos segundos de su cuarto puesto provisional.

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