Carlos Sastre ha sido uno de los damnificados por la dureza y también por el infortunio en la durísima séptima etapa del Giro de Italia. El líder del Cervélo se ha visto involucrado en la misma caída que el hasta hoy líder Vincenzo Nibali, sufriendo un golpe en la misma zona de la espalda castigada por la caída de la primera etapa. El español llegó a la meta a 5-21 del vencedor de la etapa, Cadel Evan y ahora es vigésimo cuarto en la clasificación general, a 7-06 del nuevo líder, Alexander Vinokourov.
“La etapa ha dado para mucho. Ha sido francamente dura y muy difícil. A priori parecía que todo iba más o menos bien, pero esa caída justo al empezar el tramo de tierra ha marcado un poco la diferencia y ha hecho que cambiase el transcurso de la etapa”, comentaba un Carlos Sastre visiblemente cansado y afectado en la meta de Montalcino.

El ciclista abulense explicaba las incidencias por las que había pasado en el transcurso de la etapa.”En la caída me he hecho bastante daño y luego el cambio de la bicicleta no funcionaba bien, no podía subir y bajar los piñones. Hasta que no ha llegado el coche por detrás al final del primer tramo de tierra no he podido cambiarla. Hemos tenido que volver al grupo y luego al final, a falta de unos ocho kilómetros, he cogido un pajarón impresionante. Si no es por la compañía de Xavi Tondo, que ha hecho un trabajo impresionante y ha estado al lado mío en todo momento, hubiese sido mucho peor”.

De cara a lo que queda de este Giro, que es mucho, Sastre no lo da todo por perdido. “Bueno, hemos pasado otro día más en este Giro. Lo importante ahora es recuperarme de la caída y aunque está difícil todavía queda mucha carrera”, añadía mientras se quitaba el barro seco de la cara.

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